Con el calor viene el cambio en la forma de vestir, ropa ligera, faldas cortas y tops sin mangas, shorts y playeras, o el uso de trajes de baño, es decir, ropa que algunos asocian a un cuerpo con “ciertas características” Eso puede resultar en una situación agobiante e iniciar la búsqueda de “corregir el cuerpo” con dietas para perder peso.
Cuestionar esto es importante, podemos empezar por despejar algunos conceptos, la Organización Mundial de la Salud denomina dieta sana a aquella ingesta de alimentos que ayudan a mantener, recuperar o mejorar la salud. Es un proceso automático, producto de la cultura, y a la vez un acto voluntario que está condicionado por diversos tipos de factores que determinan una buena o mala alimentación. Sin embargo, el término dieta para muchas personas se asocia con restricción, pasar hambre, comida monótona e insípida e incluso momentos de mucha angustia.
Por eso queremos explicar algunas razones por las que recomendamos mantenerse alejado de este mundo y preguntarse las causas por las cuales habría que someterse a estas condiciones, analicemos lo siguiente:
Existe un fuerte vínculo con el inicio a tempranas edades de la práctica de dietas restrictivas y el desarrollo de un Trastorno de la conducta alimentaria ya que los mensajes que puede interpretar un niño o niña van desde que hay algo que está mal con su cuerpo y que se debe modificar a como dé lugar hasta que el valor como personas esté cruzado por una cifra en kilos, así como crear estigmas relacionados con el peso, forma del cuerpo o alimentos que consumen.
Te recomendamos que, si la intención al iniciar una dieta es la pérdida de peso porque no te sientes cómodo o cómoda con tu cuerpo, busques ayuda profesional, conocer cómo es tu organismo, qué necesidades tiene tu cuerpo, se puede aprender muchas cosas en relación a los alimentos, a los procesos internos, al acto de comer sin prohibiciones que generen angustia e implementar estrategias efectivas a largo plazo.