
RECAÍDAS Y POSIBLES TROPIEZOS EN EL TRATAMIENTO QUIRÚRGICO DE LA OBESIDAD
18 enero, 2023
Ocho culpas frecuentes de personas con trastornos alimenticios
3 febrero, 2023La mayor prevalencia de personas que los padecen oscila entre los 14 a los 18 años y 90% de los pacientes son mujeres.
Por Equipo TRIA
En México, cada año se registran cerca de 20 mil casos de anorexia y bulimia. Es verdad que 90% de los pacientes son mujeres y cada vez se presentan en edades más cortas de entre los 11 y 12 años. Pero lo cierto es que los TCAs no tienen edad ni género. Aunque la mayor prevalencia de personas que presentan estos síntomas oscila entre los 14 y los 18 años, esto no excluye a otros grupos de edad y/o género.
No es casualidad que la pubertad sea un momento donde aparezcan o comiencen a aparecer conductas o pensamientos que más tarde puedan encasillarse en lo que hoy se describe como trastornos de la conducta alimentaria.
La pubertad se refiere al momento en que el cuerpo cambia*, es decir, los cambios físicos. Con el término “adolescencia” nos referimos más al momento de transición relacionado con la parte emocional y subjetiva. Ambos se relacionan con una etapa vital de transformación, donde niños y niñas transitan hacia la vida adulta.
Es un momento de vida muy exigente, requiere que cada persona se mueva a un nuevo espacio individual que implica la separación de uno muy familiar. Es de, alguna manera, reinventarse para habitar de una nueva forma el cuerpo que ha cambiado y relacionarse con el mundo externo. No solo mutan el cuerpo y las sensaciones, sino los códigos con los que nos relacionamos, los intereses, los espacios y las formas en las que el mundo que antes aparecia de manera suave y natural, ahora puede presentarse en formas extrañas y complejas.
Para todos es una etapa conflictiva de una u otra manera, aún cuando parezca que todo fluye tranquilamente. Pero hay personas para quienes esta etapa resulta muy angustiante, por sus propias características o por el entorno en el que se desarrollan. La transición hacia el mundo adulto que exige una postura propia y alejada de los padres, de lo conocido, no siempre es sencilla de asumir subjetivamente y además toma tiempo lograrlo.
Los trastornos de alimentación pueden ser una forma de lidiar con la angustia que surge en estos momentos.
El control sobre el cuerpo a través de la alimentación y otras conductas puede ayudar a tener una sensación de seguridad en un periodo caracterizado por la turbulencia emocional. La posibilidad de que estas conductas se conviertan más adelante en un trastorno de la alimentación o si son únicamente transitorias, dependerá de cada caso, de cada personalidad y otros factores particulares.* El cuerpo empieza a cambiar, los caracteres secundarios (las características físicas no relacionadas con la reproducción que diferencian a los hombres de las mujeres) en las mujeres son el crecimiento de las mamas, acumulación de grasa corporal, crecimiento de caderas, voz aguda y, por supuesto, la aparición del periodo menstrual; mientras que en los hombres se manifiestan en forma de crecimiento de los genitales, crecimiento de la musculatura, aparición de vello facial y la eyaculación.