Cómo veremos la autolesión es una conducta compleja que nunca debe de ser vista dejando de lado la singularidad de quién la lleva a cabo, y que por lo tanto puede aparecer frente a diferentes condiciones subjetivas.
Ya sea que estés cerca de alguien que se autolesiona, sospeches que alguna persona lo pueda estar haciendo o quizás tu mismo estés frente a esta problemática, en esta entrada del blog de TRIA CENTRO buscamos ofrecerte una orientación general sobre este fenómeno.
Como todas las cuestiones que atañen a la salud mental, existen aún hoy en día muchos mitos y prejuicios alrededor de las autolesiones, cada caso es particular y las razones porqué ocurre, cómo se lleva a cabo, y su recuperación son siempre distintas. Por esto es muy importante pensar dos veces antes de realizar cualquier asunción o juicio sobre alguien que se autolesiona.
Uno de los principales estigmas que pueden operar frente a la autolesión es la idea de que quien lo hace solo busca llamar la atención. De hecho, aunque estas conductas estén orientadas a comunicar algo, casi siempre son mantenidas en secreto. Malinterpretar esto como una simple llamada de atención puede tener efectos muy dañinos en las posibilidades de acceso a tratamiento y recuperación de las personas que se autolesionan.
Es posible que muchas personas se sientan mejor y más capaces de hacer frente a ciertas situaciones después de autolesionarse, también es verdad que un tiempo después trae sentimientos difíciles de tolerar que empeoran la situación.
La autolesión, avergüenza a quien la lleva a cabo, y la mantiene en secreto muchas veces por miedo a ser juzgado o presionado para que deje de hacerlo.
Comprendamos primero a que nos referimos cuando hablamos de autolesiones, dentro de la investigación académica internacional existen algunas controversias que impide la existencia de una sola definición, y sus grandes diferencias residen en el tipo de conductas que consideran y por otro lado sí la motivación subyacente debe ser considerada[i]. Esto sin duda surge de la polémica que existe frente a la relación de las autolesiones y el suicidio.
Diferenciemos pues las conductas suicidas de las autolesiones de manera breve, pues aunque los sujetos con intentos de suicidio suelen tener un historial de autolesiones, no quiere decir, que todos los que se autolesionan tendrán intentos de suicidio[ii],[iii].
Autolesión | Intento de suicidio |
Baja letalidad | Alta letalidad |
Generalmente no requiere de atención medica | Se requiere de una atención de emergencia |
Método menos lesivos (cortarse, quemarse, golpearse, etc.) | Métodos más agresivos (armas de fuego, envenenamiento, etc.) |
Un método de afrontamiento. | Dejar su cuerpo sin vida. |
Logran pensar en los objetos y en la forma de hacerse daño, sin tener que morir. | Se organiza buscando lograr la muerte. |
Las autolesiones aparecen como maneras de enfrentarse a sentimientos difíciles, recuerdos desagradables, o frente a situaciones o experiencias abrumadoras. Puede aparecer en un sin fin de formas, pero la mayoría provoca algún tipo de daño físico. También pueden ser menos obvias, como ponerse ante situaciones riesgosas, e incluso ser negligente con el propio cuerpo o las emociones.
Cortarse, pegarse, quemarse, pellizcarse, pincharse, rascarse, arrancarse el pelo, morderse, tallarse, insertar objetos en el cuerpo son algunas formas de autolesionarse que dejan una marca en el cuerpo.
Otras conductas como la sobredosis, envenenamiento, darse atracones, no comer, ejercitarse compulsivamente también pueden ser considerado como autolesiones que causan alteraciones en el cuerpo pero no dejan marcas visibles normalmente.
Un aspecto importante es la repetición, cuándo es una conducta establecida entonces estará presente de manera reiterativa. Esto es importante de considerar pues muchas veces, sobre todo en sujetos adolescentes estas conductas pueden aparecer de manera esporádica, como formas de exploración (que no debemos perder de vista para estar al tanto de su evolución).
En el caso de la repetición estamos hablando de un síntoma, lo cual indica que hay una razón poco aparente o clara que lleva a la persona a hacerse daño. Esa razón es la que debe desentrañar un tratamiento dejando a la vista cuales son las razones subjetivas que empujan a la autolesión. Muchas veces podremos incluso saber de algunas razones manifiestas, pero la complejidad del síntoma estará en su rasgo compulsivo, similar al de una adicción.
Algunas personas han descrito la autolesión como una forma de[iv]:
• expresar algo que es difícil de poner en palabras
• traducir experiencias, pensamientos o sentimientos que se sienten invisibles en algo tangible
• cambiar el dolor emocional en dolor físico
• aplacar los sentimientos o pensamientos abrumadores
• tener un sentido de estar en control
• escapar de los recuerdos traumáticos
• detener la sensación de entumecimiento, desconexión o disociación
• crear una razón físicamente para preocuparse por sí mismo
• expresar sentimientos y pensamientos suicidas, sin atentar contra su propia vida
• comunicar a otras personas que están experimentando estados de angustia que lo superan.
Aunque es una conducta que suele estar presente de manera más común en la adolescencia no es exclusiva de esta etapa.
Tanto como profesionales como personas en la red de apoyo de alguien que se autolesiona es importante mantener la mente abierta, pues no son eventos fáciles de digerir, debemos de alojarlos (con los cuidados necesarios) hasta que el sujeto que se autolesiona pueda encontrar mejores formas de lidiar con estos estados de angustia que lo llevan a autolesionarse.
Aunque las autolesiones por si mismas pocas veces tienen algún grado de letalidad, no debe dejar de llamar nuestra atención una vez que sabemos de ello. Como hemos dicho antes, pedirle a quién lo hace que pare, tendrá pocos efectos pues esta conducta está intrincada en la estructura y subjetividad del individuo.
La mejor forma de acercarse es con una actitud de soporte que permita a los sujetos que se autolesionan formular sus propias respuestas. Es decir si quieres ayudar alguien en esta circunstancia, ofrécele opciones de tratamiento para que decida donde puede sentirse mejor. Pero no cuestiones sus actos o razones, eso solo lo alejara. Actúa bajo los intereses de la persona que quieres ayudar, muchas veces la urgencia de resolver asuntos de está índole provienen de quien quiere ayudar, por ejemplo los padres, por su propia angustia, pero hay que respetar los tiempos del sujeto, y escuchar sin ser intrusivos. Con un buen profesional encontrará la escucha y espacio que pueda encaminar su recuperación, recordemos que no es una cuestión de voluntad, el sujeto debe comprender y quizás incluso descubrir que le sucede para poder avanzar hacia otras soluciones.
[i] Ulloa, F., et al Frecuencia de autolesiones y características
clínicas asociadas en adolescentes que
acudieron a un hospital psiquiátrico infantil. Salud Mental 2013;36:417-420
[ii] Frías, A., et al. Conducta autolesiva en adolescentes: prevalencia,
factores de riesgo y tratamiento. C. Med. Psicosom, Nº 103 – 2012
[iii] Kerr, P., et al Nonsuicidal Self-Injury: A Review of Current
Research for Family Medicine and Primary Care
Physicians J Am Board Fam Med 2010;23:240–259.)
[iv] Smith, J., et al. (2013) Understanding Self-harm. Recuperado de https://www.mind.org.uk/media/619077/understanding-self-harm-2013.pdf.