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¿Te ha pasado que ves a alguien y comienzas a hacer suposiciones sobre esa persona únicamente por su aspecto físico? La imagen es un factor importante en la percepción de las personas. Con solo ver a alguien obtenemos conocimiento, y cada uno puede realizar inferencias sobre la personalidad de quien observamos de acuerdo a la utilización subjetiva de dichos datos.
La obesidad y el sobrepeso tienen la particularidad, a diferencia de otras enfermedades, de ser observables (una anemia no se ve, por ejemplo). Diversos estudios demuestran cómo ambas condiciones dan lugar a percepciones generales de las personas que las padecen y que se han convertido en estereotipos, prejuicios y estigmas para los pacientes con obesidad.
El cúmulo de creencias que se ha generado sobre las personas que tienen obesidad, ha derivado en diversos estigmas. Por ejemplo, al ver a una persona con exceso de grasa corporal es común escuchar comentarios como: “tiene baja autoestima”, “no le importa su vida”, “le falta fuerza de voluntad”, “está así porque quiere”. Y todo lo referente a lo biológico, familiar, social, etc. que tienen influencia en su condición de salud, quedan anulados. Estos comentarios aseguran que todas las conductas negativas que se les atribuyen tienden a explicarse como causas internas (“es su responsabilidad”), mientras que las positivas suelen relacionarse con algo externo o inestable. Si una persona con obesidad hace ejercicio se pueden generar comentarios como “deja que pase enero y lo abandonará, como siempre”. En una fiesta de cumpleaños, si una persona con obesidad está comiendo una rebanada de pastel no sería dificil encontrar quienes piensen “no se cuida”. Pero si una persona delgada en la misma fiesta está comiendo una rebanada excatamente igual, dificilmente alguien lo cuestionaria. ¿Por qué?
En la actualidad, el concepto de salud está intimamente relacionado con el aspecto físico. El culto hacia el cuerpo, la delgadez, lo “fit”, ha creado un conjunto de creencias donde un físico estereotipado de un hombre o una mujer delgad@, “fit”, con vientre plano es considerado saludable. Mientras que todo lo que no encaja en eso es falta de salud basado en infinidad de creencias y estigmas sobre cuerpos grandes o muy delgados.
Y ¿dónde queda el concepto de salud integral? Pensar que un número en la báscula, un % de grasa o la talla de la ropa pueden definer el estado de salud, limita el verdadero concepto de salud.
¿Qué nos hace pensar que esa persona por su tamaño es todo lo que yo creo que es? ¿De dónde vienen esas creencias? ¿Me representan? Espero que este post te invite a la reflexión, y dejemos por la paz los cuerpos ajenos, porque en realidad con los comentarios categorizantes lo que menos se aporta es a la salud, y sí a los estigmas.