Se dice que “de la vista nace el amor” y cuando se trata de alimentos no es la excepción. ¿A quién no le gusta ver un platillo con gran variedad de ingredientes y colores? En ocasiones, ese es el motivo para decidir probarlo y decir si nos gusta o no.
Para hacer esto posible podemos llegar a pensar que se necesita de un profesional para su preparación o de ingredientes costosos, sin embargo, no siempre es así.
Más allá de la apariencia y lo que podemos llegar a percibir la mayoría de los platillos coloridos y de variedad de ingredientes nos aportan diversas vitaminas y minerales, las cuales son esenciales para el funcionamiento de nuestro metabolismo, además, aumenta la palatabilidad (cualidad de un alimento para ser grato al paladar) y permite una mayor variedad en la alimentación.
Los “ingredientes secretos” para lograrlo son las frutas y verduras, no importa la combinación; la variedad de colores nos permitirá obtener nutrimentos para cuidar de todo nuestro organismo. En la naturaleza, existen 5 colores principales y cada uno tiene ciertas características:
El integrar colores a nuestra alimentación puede parecer algo complicado o que requiere de mucho tiempo, sin embargo, existen preparaciones para poder obtener todos los beneficios de manera fácil. Por ejemplo, una ensalada es un buen recurso para cubrir la recomendación de cinco porciones de fruta y verdura durante el día, o el preparar un smoothie de espinacas con fresas, puede ser otra opción. Es importante que acudas con un nutriólogo para conocer si presentas un déficit de algún micronutrimento y poder llevar una alimentación variada y adecuada a tu estado de salud y estilo de vida. Recuerda que además de la variedad las porciones son importantes.