En los últimos años se ha popularizado la dieta libre de gluten y la oferta de productos libres de este nutrimento, sin embargo, la pregunta es si este tipo de alimentación es recomendable para la población en general.
Antes que nada, definamos lo que es el gluten: Es una proteína que se encuentra en la mayoría de los cereales. El gluten se encuentra en el trigo, la cebada, el centeno y el triticale (un cruzamiento entre el trigo y el centeno); esta proteína puede desencadenar graves problemas de salud u otras sensibilidades. Mientras que otros granos como el maíz, el arroz y la quinoa también contienen gluten, no parecen causar los mismos problemas que los ya mencionados.
Las reacciones adversas al gluten podemos dividirlas en tres grupos:
a) Las que son de tipo autoinmune; como la enfermedad celiaca, dermatitis herpetiforme y la ataxia al gluten.
b) Alergias, como la alergia al trigo.
c) Las que no tienen componentes inmunológicos ni de alergia como la sensibilidad al gluten no celíaca.
La dieta libre de gluten es el tratamiento que debe seguir alguien a quien se le ha diagnosticado médicamente, a través de diferentes estudios, para determinar alguna de estas condiciones, ya que la dieta será la piedra angular en el tratamiento de estos padecimientos para evitar que se produzcan los síntomas y mejorar la salud en este tipo de personas.
En los últimos años se ha popularizado la recomendación de las dietas libres de gluten en personas con padecimientos autoinmunes diferentes a la enfermedad celiaca, tales como el trastorno del espectro autista, colon irritable, etc., aunque la evidencia disponible hasta el momento no demuestra la efectividad general, aún no existe en alguna guía para el tratamiento de estos padecimientos.
Lo que sí esta comprobado, es que este tipo de dietas debe ser prescrita bajo la supervisión de un especialista en nutrición, ya que son los únicos que pueden guiar y asesorar para evitar las deficiencias de fibra, vitaminas y minerales secundarias a este tipo de dietas.