Nuestro sistema inmune se encuentra conformado por diversos elementos de nuestro organismo, desde barreras físicas como la piel y mucosas hasta barreras químicas como el pH del estómago, sudor y otras secreciones. Estas barreras nos sirven de protección frente a agentes extraños como bacterias, virus, hongos…
Una vez que estos agentes extraños atraviesan la primera barrera, el sistema inmune pone en marcha mecanismos de defensa activa que dan pie a lo que conocemos como respuesta inmune.
Cuando la respuesta inmune se pone en marcha una serie de sustancias son liberadas en nuestro organismo con el fin de hacer frente a agentes patógenos. Para que esto suceda, el estado de nutrición de cada persona tendrá un papel fundamental.
Algunos micronutrimentos como la vitamina A (betacaroteno), vitamina B12, vitamina C, vitamina E, zinc, hierro, cobre, selenio resultan ser esenciales para este proceso.
Últimamente el consumo regular de omega 3 ha tomado gran importancia, pero ¿Qué es el omega 3 y por qué se ha vuelto tan popular en los últimos años?
El omega 3 es un ácido graso esencial, lo que significa que el organismo no lo produce y es necesario consumirlo en los alimentos. Existen tres tipo de omega 3: El ácido alfa-linolénico (ALA), el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA),
La principal fuente de ALA es de origen vegetal, por ejemplo chía, el aceite de linaza y de canola; mientras que el EPA y el DHA se encuentra principalmente en los pescados de agua fría como el salmón, bacalao, trucha. Estos últimos han demostrado tener mayor efecto en la salud que su fuente vegetal.
A través del tiempo los científicos han estudiado el papel del omega 3 en la salud del individuo demostrando importantes efectos en enfermedades metabólicas como diabetes mellitus, síndrome metabólico, hígado graso; funciones cognitivas, artritis reumatoide y el sistema inmune.
Respecto al sistema inmume, el omega 3 tiene un papel fundamental debido a sus efectos antiinflamatorios capaces de frenar el efecto de un agente extraño sobre las células.
En México contamos con una gran variedad de pescados lo que facilita cubrir nuestro requerimiento diario de omega 3. En la siguiente tabla se presentan los pescados mexicanos con mayor contenido:
Especie de pescado | mg Omega 3 por 100g de pescado |
Trucha | 623.4 |
Sierra | 611.0 |
Bagre | 382.1 |
Mojarra | 237.2 |
Atún | 171.7 |
En estos momentos de pademia, debemos procurar tener una alimentación lo más variada posible. El consumo de pescado fresco o enlatado dos veces por semana permite cubrir nuestro requerimiento de omega 3 y obtener sus beneficios. Los alimentos enlatados que muchas veces son satanizados como el atún o sardina son una buena fuente de ácidos grasos omega 3 además de que son alimentos no perecederos (lo que evita que salgamos continuamente de casa) y que pueden ser preparados de diversas formas para todos los miembros de la familia. Muchos de los alimentos procesados se encuentran adicionados con vitaminas y minerales lo que permite que se cubran nuestros requerimientos de micronutrimentos los cuales tienen un papel fundamental en nuestro sistema inmune.
Por lo anterior y en momentos como estos es importante tener una dieta que incluya todos los grupos de alimentos y evitar clasificarlos como buenos y malos.