Cuando hablamos de un TCA (Trastorno de la Conducta Alimentaria) se piensa que únicamente son un conjunto de síntomas que se relacionan con la comida, por lo que se puede llegar a pensar, que simplemente comiendo o dejando de comer estará la cura. Sin embargo, es algo que va más allá de la comida, llámese anorexia, bulimia, atracón o un Trastorno de la Alimentación No Especificado (TANE), no sólo se trata de la relación que se puede tener con los alimentos o con la percepción de la imagen si no que existen situaciones de otra índole que pueden encontrarse enmascaradas, lo que se ve es sólo la punta del iceberg.
Si recordamos que los alimentos además de nutrirnos participan en nuestras emociones, se puede entender que en algún momento de la vida, cambios en la rutina, situaciones familiares o asociadas al crecimiento, favorezcan que los alimentos o conductas relacionadas alrededor de la comida tomen un papel en la estabilidad emocional del individuo; un ejemplo típico en la cinematografía es la joven que se encuentra triste y come helado de chocolate para sentirse mejor, también puede considerarse la presencia de algún síntoma/signo físico ante la ingesta de alimentos que puede ser la manera en que el individuo reclama la atención de los que le rodean; también es posible encontrar rasgos de la estructura de la sintomatología psiquiátrica; sin embargo es importante hacer notar que en muchas ocasiones este papel puede llevar a causar más daño que mejoría, como lo es en el caso de una conducta alimentaria de riesgo o un TCA.
Reconocer que un TCA va más allá de la comida no es algo sencillo, en muchas ocasiones requiere de recorrer un largo camino, de ahí que el contar con un equipo interdisciplinario con experiencia en el área, permite que el tratamiento sea integral y que pueda ser abordado desde la perspectiva de cada una de las disciplinas que participan brindando un tratamiento personalizado y acorde al momento de vida del paciente.
El que en la consulta de nutrición se brinde educación alimentaria con información basada en evidencia, se acompañe y se contenga al paciente durante el proceso tiene un papel de suma importancia y es ahí donde en muchas ocasiones nos podemos dar cuenta que la relación con la comida es únicamente lo que encubre una situación actual o pasada alrededor de la persona y que es necesario abordar.