Al pensar en un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA) se puede llegar a suponer que se habla únicamente de cuestiones relacionadas a la imagen corporal (generalmente asociada a la pérdida de peso), sin embargo, detrás de lo que podemos observar, se pueden encontrar otros significantes que desde el punto de vista nutricional hacen que el tratamiento no sea lineal; es decir, podría llegar a pensarse que si el “problema” es o se relaciona con la comida la “cura” se encuentra ahí.
A lo largo de nuestra experiencia clínica y la escucha con atención, hemos observado que si bien factores como el peso ideal, moda, estereotipos de belleza, entre otros participan en el desarrollo de un TCA pueden co-existir experiencias de vida que favorezcan el desarrollo de uno, por lo tanto, el brindar un tratamiento interdisciplinario es de vital importancia.
Como nutriólogas especialistas en TCA, somos capaces de observar las consecuencias físicas de los mismos y podemos reconocer cuando una persona pone en riesgo su vida a causa de estos padecimientos. El tener la capacidad de identificar los alcances y límites de cada área en el tratamiento hace que se pueda brindar una contención efectiva al paciente que favorezca un buen pronóstico sin olvidar que la voluntad también toma un papel importante. En la mayoría de los casos un tratamiento ambulatorio puede ser la mejor opción, y en otros casos el internamiento estará indicado para tratar de evitar consecuencias fatales.
El éxito del tratamiento en los TCA es difícil de predecir porque las variables son diversas en cada caso, el punto de vista de cada área es primordial para brindar un tratamiento integral, personalizado y oportuno.