Existe un consenso general sobre la necesidad de enfocar los esfuerzos de la prevención primaria en el ámbito escolar, pues es la población que se encuentra en mayor riesgo, y más susceptible de adquirir estrategias y conocimientos para el desarrollo o prevención de diferentes problemáticas. Pero no debemos pasar por alto que estos padecimientos están afectando también a hombres y mujeres de mayor edad.